La evaporación se lleva a cabo bajo vacío a una temperatura que no debe de superar los 65-75°C. A temperaturas por debajo de 65°C las esporas y bacterias resistentes al calor se encontrarán con unas condiciones ideales para su proliferación, lo que puede dar lugar a que se estropee el proceso por completo. Por lo tanto, una condición esencial en la fabricación de la leche condensada es el control preciso de las bacterias presentes en el proceso.
sábado, 27 de febrero de 2010
CALIDAD BACTERIOLOGICA DE LA MATERIA PRIMA
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